Solucionar la deuda

¿Por qué es fundamental que se solucione el tema de la deuda externa?

A nivel individual nosotros tenemos ingresos y egresos. Dentro de los ingresos se encuentra el sueldo que percibimos por trabajar, y como egresos, definimos todas las erogaciones que realizamos: alquiler, expensas, comida, seguros, entre otros. Cuando generamos más de lo que gastamos, podemos ahorrar dinero; mientras que, si gastamos más de lo que ganamos, tenemos que endeudarnos para poder pagar la diferencia. Ese endeudamiento viene en forma de consumos con la tarjeta de créditos, préstamos, etc. Si logramos ahorrar, seremos personas superavitarias; por el contrario, seremos deficitarias.

En un país es similar. El estado tiene como ingresos los impuestos que le cobra a los ciudadanos, y como egresos, los gastos en seguridad social, subsidios, salud pública, etc. Cuando un estado soberano es superavitario se puede permitir hacer frente a gastos excepcionales en situaciones extraordinarias. Sin embargo, cuando el país tiene déficit, y además, requiere hacer fuertes erogaciones de dinero para sostener la situación económica, tiene dos opciones: emitir dinero o tomar deuda.

Finalizada la analogía vamos a continuar analizando el actual contexto económico. La actual situación es completamente extraordinaria porque fue generada por la aparición de un virus que luego se propagó a todo el mundo y se transformó en una pandemia. Los distintos países tuvieron que tomar medidas vinculadas al cierre de la economía para preservar las vidas y el sistema de salud. Como consecuencia del lockdown, muchos habitantes se quedan sin percibir ingresos y entonces el estado tiene que asistirlos. Acá viene la distinción importante: no es lo mismo ser un estado superavitario o deficitario en época de pandemia.

No es lo mismo atravesar una tormenta de este tilo para países como Alemania o los Escandinavos, que año tras año aumentan su superávit, y, por consiguiente, pueden poner plata a disposición de la gente para lograr que el cierre económico no sea tan drástico. En cambio, el caso de la Argentina es singular. Por un lado, el Gobierno tomó varias medidas de contención social para poder llegar a la gente y aportarle dinero para poder aguantar el complicado momento. Todas estas medidas que sirven para ayudar a la población de alguna manera se tienen que financiar. Entonces, como dijimos anteriormente, nuestro estado no es superavitario, y, por ende, no le queda otra opción que emitir billetes o tomar deuda. Como actualmente el país se encuentra negociando la deuda externa no puede conseguir financiamiento en el mercado internacional porque nadie le prestaría. El resultado de esto es generar una fuerte emisión monetaria para cubrir las necesidades. ¿Cuál sería el problema de esto? En primer lugar, todo este gasto por parte del estado hace que aumente el déficit; y, en segundo lugar, cuando la situación se empiece a normalizar y empiece a haber un exceso de pesos en la mano de las personas el estado tiene que absorberlo para evitar que se traduzca en mayor inflación.

En conclusión, como se espera que el actual contexto dure un par de meses más, cuanto más rápido se obtenga una exitosa reestructuración de deuda, podrá ir recuperando paulatinamente el crédito internacional, para luego disminuir la emisión monetaria y comenzar a tomar deuda (de manera prudente) nuevamente.