Activar débitos automáticos para no estar pendientes de vencimientos y dejar a resguardo los ahorros en inversiones atadas a la inflación o al dólar.

Es temporada de vacaciones de verano. Después de un año tan complejo como el 2020 todos ansiamos desconectar por algunos días de la rutina y las preocupaciones. No importa si te vas de viaje o no, si te esperan unos días en la playa o en el jardín de tu casa, lo importante es preparar y organizar las finanzas personales para que esos días sean de puro relax.

Nada peor que tener que salir en busca de un cajero automático o hacer la parabólica en busca de una mejor señal de wi-fi que nos permita pagar la tarjeta de crédito a tiempo. Es lo anti vacaciones … ¿o no?

Tomen nota de algunos tips para asegurarse que nada interrumpa la desconexión tan ansiada:

-Controlar las fechas de cierre y de vencimiento de las tarjetas de crédito desde home banking y dejar activado el pago automático con debito en cuenta. Se puede programar el pago total o solo el pago mínimo que, aunque no es lo ideal (por las altas tasas de interés que se aplican a la porción impaga), nos asegura que no van a inhabilitarnos la tarjeta de crédito en plenas vacaciones.

-Asegurarse de tener en debito automático el pago del seguro del auto y de la medicina prepaga. Dos básicos para disfrutar sin preocupaciones. También servicios escenciales como luz y gas deberían estar en esta modalidad.

-Llevarse a las vacaciones un “recordatorio” de las claves bancarias, de billeteras virtuales o plataformas de inversión. Lo que crean que podrán necesitar. Tener siempre la precaución de escribirlas o almacenarlas en un lugar separado de donde guardan los documentos. El plan relax total nos puede jugar una mala pasada y hacernos olvidar (o dudar!!) sobre nuestras claves de acceso y es un dolor de cabeza tener que recuperarlas.

-En cuanto a las inversiones, en la medida de lo posible no deberíamos perder durante el verano los hábitos de ahorro e inversión que tenemos durante el año.

- Los FCI de money market o T+0 son ideales para mantener el dinero invertido mientras no se usa, sabiendo que ante una necesidad se puede rescatar y tener a disposición inmediatamente.

-Antes de salir de vacaciones dejar los ahorros invertidos y a cubierto de las dos variables que más perjudican al bolsillo: Inflación y tipo de cambio. No es buena idea dejar dinero en la caja de ahorro ocioso. Los FCI vinculados al CER son una buena alternativa para protegerse de la inflación y los dollar linked para estar bajo un paraguas protector si el tipo de cambio oficial pega un salto mientras nosotros estamos con los pies en la arena.

-Aprovechar enero para armar el presupuesto 2021. Establecer objetivos financieros, de ahorro e inversión, y fijar prioridades de gasto. Puede ser en planilla de Excel (¡¡no hace falta ser un experto!!) o en alguna aplicación para registrar gastos. Lo importante es anotar absolutamente todo para tener certeza de cuánto gastamos por mes y si nos alcanza con el ingreso o lo financiamos con rojo en la tarjeta de crédito.

-Es importante presupuestar, es decir pre-establecer, el monto que se destinará a ahorro cada mes. ¿Cuánto? Un 10% como mínimo, si es 20% mucho mejor. Esto puede hacerse solo cuando tenemos claros nuestros gastos e ingresos (el Excel que mencionamos más arriba!!) El ahorro se debe separar a principio de mes para evitar distraerlo en gastos innecesarios e invertirlo en instrumentos que sean acordes con los objetivos planteados tanto en riesgo, como en plazo y moneda.